En los tiempos que corren la
imagen de marca y la diferenciación resultan imprescindibles para el
posicionamiento y el crecimiento de cualquier organización. Resulta
extremadamente complicado el posicionar y el tener una buena imagen de marca
debido a la multitud de canales que existen hoy día para comunicarse con los
potenciales clientes aunque, sin duda, internet es la mayor herramienta de
comunicación. La información en la red fluye a la velocidad de la luz y cualquier
acontecimiento llega a los internautas al instante de producirse la noticia.
Comento esto porque tenemos algunos ejemplos claros de personas que representan
a una marca y le están haciendo un flaco favor a la empresa que les paga. El
caso más flagrante y de mayor actualidad es el del señor José Mourinho con la
marca Real Madrid. Este coach fue fichado a golpe de talonario para devolver al
club el prestigio deportivo que estaba perdiendo a favor del FC Barcelona
liderado por un Pep Guardiola, desde mi punto de vista, sublime en todos los
aspectos. Si bien es cierto que a nivel internacional el club ha vuelto a
disputar semifinales de la Liga de Campeones, aunque no ha ganado nada, y a
nivel nacional ha ganado tres títulos, a nivel de imagen el club ha pasado de
ser un club señorial y de referencia mundial a ser, probablemente, el club más
odiado y repudiado del mundo. Y, como diría el propio Mourinho ¿POR QUÉ?
Pues, porque se ha enemistado con
la prensa y con buena parte de la plantilla, no ha parado de provocar tanto a
la propia prensa como a los rivales a los que se ha ido encontrando tanto fuera
como dentro de los terrenos de juego, se ha enfrentado con la afición y
seguidores del club y, lo más grave, no da la cara ante los medios de
comunicación enviando a su segundo para que saque el capote. Lo que, al
principio, los jugadores y seguidores veían con buenos ojos ahora se le ha
vuelto en su contra.
Todo esto, unido a unos
resultados deportivos que no han sido los esperados, se ha convertido en una
bomba que ha explotado ya que hay jugadores y seguidores que no se identifican
con la imagen que se está dando porque no representan los valores que el club
ha proyectado en su larga historia.
Todo lo acontecido hasta el día
de hoy ha contado con la aprobación de la dirección del club, que siempre ha
defendido y excusado a su coach, lo cual entiendo que es un error de bulto
porque es una situación que se les ha escapado de las manos, teniendo que rescindir
la relación laboral al final de esta temporada.
Ahora toca devolver al club al
lugar que, por historia e imagen, ha tenido siempre. Esta difícil tarea
corresponde a la dirección ya que, la credibilidad de su presidente está
quedando en entredicho. Porque estoy seguro que el presidente no hubiera
actuado de igual forma si esta situación hubiera tenido lugar en su grupo de
empresas. Os imagináis si el CEO de su grupo de empresas se enemistara con trabajadores,
clientes, proveedores, instituciones y demás entidades que tengan relación con
la misma? Seguramente hubiera durado en la empresa, como se suele decir, un
telediario.
Lo que pretendo transmitir es que,
si todo lo acontecido se hubiera producido en una empresa privada que no fuera de
la características particulares de una institución deportiva como el Real
Madrid, probablemente, resultaría extremadamente complicado devolver la imagen
al estado anterior del conflicto, con lo que el descrédito que acompañaría a la
imagen de marca desde ese momento tendría implicaciones de graves consecuencias
para la compañía.
Por tanto, podríamos concluir que
una mala gestión por parte de la dirección en este tipo de situaciones o una
reacción tardía para intentar cambiar el rumbo que están tomando los
acontecimientos puede hacer temblar la supervivencia de cualquier empresa ya
que, no todas las organizaciones tienen una imagen de marca tan consolidada
como pueda tener esta institución.