jueves, 13 de febrero de 2014

La importancia de la actitud

Hacia algún tiempo que no me sentaba a escribir nada nuevo y me he decidido a hacerlo porque hace unos días leí una noticia que me dejó perplejo. Resulta que en una fábrica de neumáticos de Francia miembros de la plantilla secuestraron a dos directivos porque les comunicaron que se iban a producir despidos en la planta. Uno de los directivos secuestrados era el director de Recursos Humanos que fue retenido contra su voluntad, junto con el director de producción, porque los demás trabajadores, y sobre todo compañeros, querían negociar las mejores indemnizaciones posibles y planes de reciclaje que les garantizase el acceso a un nuevo puesto de trabajo. 
Está claro que están en su derecho de pelear por el pan de sus familias pero, por mucha presión que puedan ejercer estos trabajadores mediante este tipo de movilizaciones no creo que a la dirección de la empresa le queden ganas de reconsiderar su postura, y mucho menos al director de Recursos Humanos que seguramente se tenga que sentar con ellos para intentar llegar a un acuerdo. 
Lo que resulta evidente es que cuando estos trabajadores llamen a la puerta de cualquier empresa y el Dpto. de RRHH correspondiente compruebe que formaban parte de la plantilla que secuestró a dos directivos, esas puertas se cerrarán no sólo en esa empresa sino en la mayoría en las que soliciten un empleo. Este comportamiento inconsciente puede lastrar el futuro profesional de dichos trabajadores porque existen otros mecanismos legales para presionar a la dirección de la empresa sin necesidad de llegar a esos límites. 
Comento todo esto porque resulta de vital importancia, en la mayoría de los casos, que la empresa de la que salimos tenga una valoración positiva de nosotros tanto a nivel personal como profesional porque, seguramente, será clave a la hora de encontrar un nuevo empleo. Es en la relación con nuestros jefes, compañeros, clientes o proveedores y en la forma en la cual nos desenvolvemos en nuestro puesto de trabajo donde vamos a empezar a tener opciones de poder ser seleccionado para trabajar en otra organización. Aspectos como la comunicación, el liderazgo, la constancia, el trabajo en equipo, la actitud, la capacidad de resolución de problemas o la iniciativa son claves para obtener un nivel de desempeño satisfactorio. Todo esto viene motivado porque un buen reclutador no sólo debe comprobar que el currículum del candidato se corresponde con la realidad sino que, debe cerciorarse del buen desempeño en el puesto de trabajo ya que, de lo contrario, se puede llevar alguna sorpresa desagradable cuando este candidato se incorpore a la empresa, con el consiguiente perjuicio económico y temporal que ello conlleva. Y la forma de comprobarlo no es otra que pedir referencias a las empresas para las cuales dicho candidato ha trabajado anteriormente.
Por eso, es fundamental el haber tenido una buena reputación en las compañías en las cuales se ha desarrollado la carrera profesional, no dejar ninguna mancha en nuestro expediente porque, de lo contrario, se estarían cerrando puertas en cualquier proceso de selección que vaya a tener lugar.
Por tanto, aunque las condiciones de trabajo no sean las más adecuadas para desarrollar las tareas  se debe intentar siempre ser un buen profesional porque, probablemente, sea la primera piedra de una nueva etapa laboral. 
Buen ejemplo de esto lo tenemos en el deporte profesional. Hay jugadores que sólo juegan en una posición y otros que, debido a las circunstancias, juegan en varias posiciones con un alto nivel de rendimiento. Esa actitud les lleva a ser importantes para el equipo porque el coach sabe que, aunque varíe la posición del jugador en algunos partidos o en un partido varias veces la respuesta de éste va a ser la adecuada porque se adapta muy bien a los cambios que se van desarrollando a lo largo de la competición. Esto hace que este jugador polivalente tenga muchas más opciones de jugar que otro que sólo pueda hacerlo en una posición porque antepone los intereses del equipo a los individuales aún no jugando en la posición que seguramente más le guste. 
Aplicando este ejemplo al mundo laboral seguro que con esta actitud se consigue que la empresa tenga una intachable imagen de nosotros como personas y como profesionales.
Para concluir, os muestro un vídeo bastante clarificador de diferentes actitudes que se dan en el ámbito laboral en el que queda bastante claro qué trabajador va a tener muy complicado tener una carta de recomendación por parte de su empresa.