miércoles, 24 de diciembre de 2014

Confianza

Hace un par de semanas tuvo lugar en Malaga la prueba deportiva que todo runner desea realizar, por lo menos una vez al año, la MARATON. Es el objetivo de cualquier persona que practica running de manera habitual y el reto para los que se inician en esta actividad deportiva que tanto auge esta teniendo en los últimos años. Como no podía ser de otra forma, ahí estaba yo con los miembros de mi EQUIPO IAM7AM y mi buen amigo Pablo López dispuestos a darlo todo en el asfalto y la verdad es que todo salió de maravilla porque mejoramos marca personal todos y se notó el gran trabajo que realizamos en estos últimos meses de preparación. 

Pero lo que más me llamo la atención fue que a las 15:25 de la tarde, es decir, siete horas después de empezar la prueba y cuando ya todos los participantes la habían finalizado y la organización estaba retirando todas la vallas y la línea de meta, aparecía una chica llorando a raudales y acompañada por un par de personas que le estaban haciendo fotos y la estaban grabando en vídeo. Los que en ese momento pasábamos por allí no dábamos crédito a lo que estábamos viendo en ese momento. Nos paramos en seco para ver la entrada en la hipotética línea de meta de la chica y la aplaudimos porque había finalizado la prueba. Había cumplido su SUEÑO aunque oficialmente su resultado no se viera reflejado en la clasificación al llegar fuera de control.

Ella tenía un objetivo, que era llegar a meta pero, para eso, tuvo que diseñar la estrategia cumpliendo objetivos a corto plazo en cada km. Cada uno que superaba era un pequeño éxito y fuente de motivación para afrontar el siguiente.

Seguramente resultó clave su ACTITUD MENTAL POSITIVA para afrontar la prueba, la capacidad de resiliencia y el APOYO de las personas que le fueron acompañando durante todo el recorrido, pero lo mas importante quizás fue la CONFIANZA en sí misma para concluir la mítica distancia y los entrenamientos y el sacrificio que debió realizar durante meses para preparar el cuerpo y la mente de cara al objetivo final.

Estoy convencido que esta chica no es la misma desde que terminó la carrera porque se demostró a si misma y a sus compañeros de viaje que, si te propones un objetivo, diseñas tu estrategia y la trabajas estableciendo objetivos a corto plazo, cada pequeña batalla ganada es un estímulo para seguir avanzando hacia el objetivo final. Lo que hay que tener claro es cuál es el objetivo final a largo plazo para intentar definir la estrategia oportuna y, claro, si algún objetivo a corto plazo no se consigue se puede rediseñar la misma para salvar los obstáculos que puedan ir surgiendo por el camino, siempre teniendo en cuenta dónde esta LA META.

Esta experiencia es aplicable para cualquier ámbito de la vida, tanto profesional como personal así que os animo a tod@s a trabajar para conseguir los sueños que perseguís y deseo que los propósitos para el nuevo año se cumplan y paséis unas Felices Fiestas.

Por cierto, nuestro siguiente reto son los 101KM en Ronda allá por el mes de mayo. VAMOS EQUIPO