viernes, 8 de agosto de 2014

Rodéate de los mejores

Ahora que estamos en época estival y muchos clubes de diferentes disciplinas están volviendo a los entrenamientos, quería hacer una reflexión acerca de la necesidad de contar con los mejores profesionales en cada actividad. 

Cada verano los equipos rastrean el mercado en busca de jugadores que les ayuden a mejorar lo realizado en la campaña anterior. Los directores deportivos buscan en otras ligas y en otros equipos de la competencia, contactan con agentes, preguntan a otros colegas para solicitar informes, realizan propuestas y, finalmente, mediante una negociación se hacen con la pieza codiciada. Casi siempre la secuencia se repite, siendo la finalidad la misma: buscar a los mejores jugadores, según las necesidades de cada equipo, que les permitan obtener mejores resultados.

Esta práctica tan habitual en el mundo del deporte no está tan implantada en el mundo de la empresa aunque, como en todos sitios, afortunadamente existen excepciones. Me refiero, sin duda, a poder contar con los mejores profesionales en cada departamento. Y es aquí donde cobra mucha fuerza la voluntad que tengan los diferentes responsables de cada unidad productiva y, sobre todo, la dirección.  Hay jefes y directivos que no quieren colaboradores de perfiles mejores que los suyos a su alrededor por el miedo a una posible destitución, desplazamiento del cargo o simplemente porque les pueden rebatir cualquier decisión que tomen. Se limitan a contratar perfiles de nivel inferior al suyo con la finalidad de seguir en su zona de confort, teniendo colaboradores que se limitan a ejecutar órdenes, que no tienen ni voz ni voto ni pueden aspirar a mejorar su carrera en la empresa. Bajo mi criterio, se trata de un error que hace aflorar el miedo de estas personas a crecer como equipo y a intentar ser mejores en el día a día laboral. 

Por suerte, he tenido la oportunidad de poder trabajar con diferentes compañeros y, no hay nada más enriquecedor que tener a tu alrededor personas con un nivel de profesionalidad extraordinario, que te aporten nuevas ideas y métodos de trabajo, que te permitan aprender y aplicar esos conocimientos en otras situaciones y con los cuales el trabajo se pueda convertir en una verdadera pasión y diversion, en el que cada uno pueda opinar y aportar en beneficio del bien común y saber que la opinión, el trabajo y la dedicación de cada miembro ayudará a conseguir cada objetivo, por complicado que parezca. 

Los directivos y mandos intermedios deben ser conscientes que contar con los mejores les va a beneficiar a todos porque el equipo será más competitivo y podrá hacer frente a las demandas continuas y cambiantes de cada organización en un mundo tan globalizado. Esta es la mejor forma de crecer tanto personal como colectivamente porque, en estos ambientes de trabajo, nadie deja de aprender y aportar y cada uno se siente importante y motivado para afrontar cada proyecto con la máxima ilusión y confianza de poder sacarlo adelante. De esta forma, el jefe se podrá sentir satisfecho con el grupo y su función de coordinación y liderazgo le resultará más fácil porque tendrá la seguridad de poder alcanzar el éxito en cada desafío que la empresa le proponga.

Porque no me imagino a ningún club de primera de cualquier deporte firmando jugadores de segunda. Pues lo mismo deberían hacer los directivos, firmar gente de primera para que sus empresas sean de primera. Al fin y al cabo los directivos son los capitanes de sus equipos y los que deben sacar pecho de los éxitos del mismo. Y para conseguir éxitos se debe contar con los mejores.

Os dejo un vídeo para poner una sonrisa al día. 
Buen provecho amig@s.